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Jaume Piensa, exposición de Enero de 2019:

Esta exposición estaba en el Palacio de cristal de Madrid las navidades del 18/19. Recuerdo que desde fuera la fina capa de varillas con la luz y el sol que entraba en el habitáculo no era demasiado visible. Una vez estabas dentro las figuras te envolvían, y a su vez notabas una sensación extraña que hacia que no quisieras acercarte por miedo a hacerte daño con las infinitas terminaciones de la obra. Siendo de esta envergadura tan poderosa la pieza los espacios que hay entre las varillas hacen que no de sensación de agobio, de esta manera la pieza llenaba el espacio sin necesidad de ocuparlo todo. 

Es una instalación interesante por que es frágil y delicada a la vez que pesada y robusta. Pasear al rededor de las cabezas gigantes y observarlas con detención es sin duda algo mágico, ya que según la perspectiva incluso dentro del habitáculo pueden desaparecer de la vista de los espectadores, y eso concuerda muy bien con el gesto que hacen con la mano de discreción. 

Celia Gómez Badenes.